jueves, 14 de julio de 2011

La quinta enfermedad

¿Qué es la quinta enfermedad?

También conocida como parvovirus, es una enfermedad eruptiva infectocontagiosa causada por un virus que se llama parvovirus B19, presente solamente en seres humanos.
Es frecuente en menores de 6 años. El contagio es por contacto con secreciones nasales, salivares o bronquiales. Una vez aparecida la erupción desaparece el contagio.

¿Qué síntomas genera esta enfermedad?

En principio un leve resfrío con fiebre baja, y mal estar por varios días. Luego aparece la erupción en las mejillas, tronco y extremidades. Esta es de color roja, asociada a veces con un leve prurito.

¿Cuál es su diagnóstico?

El diagnóstico de la quinta enfermedad se realiza mediante el examen físico del bebé al verificar las características de la erupción. En los casos que es importante confirmar el diagnóstico, se puede realizar un test en sangre para detectar anticuerpos contra el Parvovirus. Si se detectan anticuerpos inmunoglobulina M específicos (Ig M) al parvovirus se confirma una enfermedad reciente o en actividad.

¿Cuál es el tratamiento?

Al ser un virus no existe un tratamiento específico, sólo aliviar los síntomas y hacer reposo.

La sexta enfermedad


¿Qué es la sexta enfermedad?

También conocida como roseola del lactante, es la causa de un virus llamado Herpes virus tipo 6 y se caracteriza por generar fiebre muy alta seguida de una erupción en la piel.
Afecta por lo general a niños de entre 4 y 24 meses de edad. El período de incubación es de 5 a 15 días de producido el contagio.

¿Cuáles son los síntomas?

Fiebre alta, que durará de 48 a 72 hs. luego aparece la erupción: granitos de color rosado que comienzan a salir en el pecho, luego se diseminan por la cara, abdomen y pocas veces a las extremidades. La erupción desaparece en 48 a 72 hs.

¿Cuál es su diagnóstico?

Si bien muchas veces se confunde con faringitis u otitis, esta enfermedad benigna se diagnostica por lo general en forma retrospectiva.

¿Qué tratamiento se realiza?

Al ser una enfermedad viral, lo único que hay que tratar es la fiebre, con baños, ingesta de líquido, y algún antitérmico recomendado por el pediatra, además de vestir con poca ropa al niño, en especial evitar la lana, y todo tipo de prenda que pueda generar picazón.

jueves, 10 de junio de 2010

Displacia de cadera


¿Qué es y cuándo aparece?

La displasia de la cadera, antes llamada luxación congénita de la cadera y actualmente displasia evolutiva o del desarrollo de la cadera, se trata de un desarrollo anormal de la articulación que hay entre el hueso del muslo (fémur) y la cadera, que provoca un desplazamiento hacia fuera del fémur (cuando llega a salirse totalmente se denomina luxación). Se produce antes del nacimiento, durante el parto o incluso poco después de éste.

Aparece en aproximadamente tres de cada mil recién nacidos, afectando con más frecuencia a las niñas (suponen 8 de cada 10 casos) y a la cadera izquierda.

¿Cuál es su causa?

Se desconoce, aunque se piensa que pueden provocarla malas posturas del feto en el útero materno, la herencia familiar, el efecto de hormonas maternas, etc.

Se sabe que hay algunas circunstancias que aumentan las posibilidades de padecerla, como son: antecedentes de displasia de cadera en padres o hermanos, hipertensión arterial materna durante el embarazo, escasez de líquido amniótico durante el embarazo, embarazo prolongado, embarazo múltiple, parto por cesárea, parto de nalgas, recién nacidos muy grandes o muy pequeños, y otras.
¿Qué síntomas produce?

Son variables, dependiendo de cuando se produce, del grado de desplazamiento del fémur fuera de la cadera y de la edad del niño.

Desde el nacimiento hasta que el niño comienza a andar no suele producir síntomas, debiendo ser sospechada y detectada por el pediatra al explorarlo.

Más adelante produce un retraso en la edad a la que el niño empieza a andar, con una cojera o marcha de pato. No suele provocar dolor hasta después de los cinco años.
¿Cómo de diagnostica?

Desde el primer reconocimiento que se realiza a los recién nacidos en la sala de partos, y en las sucesivas visitas de control de niño sano, el pediatra explorará atentamente la forma y movilidad de las caderas del niño para detectar algún indicio de inestabilidad o desplazamiento. En ese caso se realizará una ecografía de las caderas (útil desde el nacimiento hasta los 3-4 meses de edad del niño) o una radiografía de caderas (a partir de los 4 meses de edad) para observar con detalle la articulación, enviando luego al niño al traumatólogo si fuese necesario.

¿Tiene solución? ¿Cuál es su tratamiento?

Depende de la gravedad del desplazamiento y de la edad a la que se diagnostique. Cuanto antes se diagnostique y antes comience el tratamiento, mejor será el resultado.

Se trata de conseguir recolocar el fémur correctamente en la cadera y mantenerlo así.

Desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad esto se consigue mediante la colocación al niño de un arnés o sistema de correas que debe llevar colocado por encima de sus ropas de forma constante, durante varias semanas o meses (generalmente 2-4 meses), hasta que se compruebe la estabilidad de la cadera. Con este tratamiento y en niños menores de 6 meses, la curación se alcanza en un 90% de los casos.

Si la displasia de la cadera se diagnostica una vez que el niño ha comenzado a gatear (más allá de los 6 meses) o el uso del arnés no ha resultado efectivo, el tratamiento es mucho más complejo y molesto, requiriendo la tracción continua de muslo durante varias semanas con un aparatoso sistema de poleas, seguida de una operación quirúrgica (reducción o recolocación de la articulación). Posteriormente, para estabilizarla, se enyesa la cadera durante varios meses.

sábado, 5 de junio de 2010

Dejando los pañales


El niño no ha cumplido aún los 2 años, pero los padres esperan librarse pronto del inconveniente de los pañales. Con un poco de paciencia y de sentido común, ayudarán al niño a salvar esta etapa.

Cada vez que cambia al niño, los pañales están sucios y le gustaría saber cuándo empezará a mantenerse limpio. El aprendizaje puede iniciarse entre los 18 y los 24 meses. Antes de esa edad, aunque el niño pueda experimentar sensaciones confusas relacionadas con la vejiga o los intestinos, ignora que puede dominar sus necesidades y controlar la evacuación de las heces y la micción.
Las condiciones del aprendizaje: el niño no se mantendrá limpio de forma duradera hasta que consiga una madurez fisiológica y afectiva suficiente. Debe ser capaz de sentir la necesidad de vaciar los intestinos o la vejiga, de contenerse hasta que esté en situación de poder satisfacer esa necesidad, de quedarse sentado en el orinal sin cansarse ni perder la paciencia durante mucho rato (de cinco a diez minutos) y de adquirir conciencia de lo que hace cuando llena el orinal.

Los mecanismos: hasta alrededor de los 18 meses, el niño realiza sus necesidades de forma automática, sometido a la acción refleja involuntaria de los músculos denominados lisos. Poco a poco será capaz de ejercer control sobre los músculos llamados estriados y de impedir la emisión de la orina o los excrementos.
Los esfínteres (tanto el de la vejiga como el del ano) están formados por músculos lisos, que se relajan automáticamente cuando la presión interna de la vejiga supera cierto límite y, por músculos estriados, que responden a las instrucciones del cerebro.

El niño, además de la madurez anatómica, orgánica y neurológica, debe cooperar en esta etapa tan importante. De esta manera intervienen la educación, y las relaciones con sus padres, especialmente con la madre. La adquisición del control de esfínteres debe lograrse de forma natural, en el marco del desarrollo progresivo de cada niño y sin conventirse en una situación de tensión para todos.

Muchas veces el niño intenta imitar a los mayores. Jugar es una forma de comprender lo que éstos quieren.

La función de los padres: consiste en animar al niño a que se siente en el orinal y a felicitarlo por sus progresos. Debe conseguirse que tome la iniciativa de la experiencia. que pida el orinal o que vaya a buscarlo y que llame para indicar que ha terminado. Conviene valorar sus esfuerzos, mostrarse admirados ante sus progresos, pero mantenerse discretos para que no se sienta acosado. No duden en aplaudir un orinal lleno, pero eviten implicarse demasiado emocionalmente.

sábado, 29 de mayo de 2010

Masajes para tu bebé


¿Cuáles son los beneficios del Masaje para bebés y niños?
- Enriquece y afianza el vínculo entre padres e hijos
- Es relajante y colabora en apaciguar conductas de irritabilidad y llanto
- Mejora el sueño
- Reduce sensaciones de dolor
- Ayuda a bebés con cólicos y estreñimiento, evitando la ingestión de medicamentos o supositorios
- Si el masaje verdaderamente se convierte en un diálogo, el bebé se vuelve más atento y vivaz

¿Cuándo comenzar?
Si bien se puede comenzar desde recién nacido , una vez que se haya caído el cordón, el primer período es un tiempo de gran adaptación para los padres y para el bebé, es tiempo de construir los ritmos, de decodificar un lenguaje nuevo.
Entonces respetando ese primer período, si no hay urgencias de por medio, o no es un bebe prematuro o con necesidades especiales, recomiendo comenzar desde el mes y medio aproximadamente, a explorar y disfrutar del masaje.

¿Qué se necesita?
Temperatura ambiental natural o cálida.
El uso de los aceites naturales facilita el deslizamiento de las manos que masajean y hacen que las sensaciones recibidas sean más placenteras.
Es recomendable aceite de: almendras, coco, sésamo ó caléndula.
Elegir una postura cómoda y un espacio reducido en estímulos exteriores.

¿Cuál es el origen del masaje infantil?
En Oriente, especialmente en India y China, desde hace siglos las madres masajean a sus bebes y niños, incorporándolo a los cuidados básicos de la crianza.
Esta práctica se transmite de generación en generación de manera que no existen escuelas ni cursos de Masaje. Tampoco se preguntan y cuestionan para qué, cómo y por qué. Las madres han sido masajeadas y han visto masajear a sus hermanos y los hermanos mayores lo hacen con los más pequeños.
Actualmente el Masaje para Bebés en Occidente se está incorporando como pauta de crianza.
Cada vez son más pediatras que lo recomiendan por sus valiosos beneficios, y porque es realmente sencillo aprenderlo e implementarlo.

Paula Landen
Psicomotricista

10 consejos para dormir al bebé


Nadie tiene un manual de instrucciones para que el bebé aprenda a dormir y no a todos los padres les dan resultado los mismos consejos. Sin embargo, siempre es válido intentarlo:

1. De a poco, el bebé debe ir incorporando las rutinas del día y las de la noche, y entre estas últimas se encuentran los rituales para ir a dormir: un cuento, unos masajes o mimos en su cuna o moisés, una canción o un poco de música suave pueden ir generando el ambiente adecuado para el sueño.

2. Cerrar las persianas –pero garantizar una buena ventilación en el cuarto-, apagar la luz y moderar los ruidos es fundamental para que el bebé pueda conciliar el sueño con tranquilidad.

3. Darle la última comida alrededor de las 20 o 21 hs, para que aprenda a acostarse temprano. Esto es bueno para el bebé, que descansa lo suficiente, y para los padres, que pueden encontrar un momento de tranquilidad para estar juntos.

4. Nunca hay que hacerlo dormir en brazos, ya que tomará esta costumbre: hay que acostarlo en su cuna –todavía despierto- y acompañarlo un ratito –no cuando se haya quedado dormido-.

5. Antes de acostarlo, es importante ayudar al niño a relajarse, y para eso, nada como un buen baño: es una excelente oportunidad para que el bebé se relaje y, si se realiza siempre más o menos a la misma hora, de a poco va a ir comprendiendo que después del baño llega la hora de dormir. Quien se encargue de acostar al bebé también debe estar relajado y dispuesto a prestarle al niño la atención que necesita.

6. La ropa de cama debe ser adecuada: es importante no abrigar demasiado al bebé y no colocar mantas que pudieran ahogarlo. Es importante evitar que la manta cubra la cabeza del bebé.

7. No llevarlo a la cama de los padres: esto puede hacerse como un mimo en algún momento del día o cuando los chicos ya son más grandecitos y no se corre el riesgo de crear el hábito de dormir en la cama grande. Nunca cuando llora por la noche.

8. Elegir uno de sus juguetes preferidos para que lo acompañe a dormir. Es importante que sea siempre el mismo y que no se trate de un peluche gigante que pudiera ahogar al bebé ni de un muñeco con partes duras que pudieran lastimarlo.

9. Mantener las reglas del sueño incluso cuando alguien se queda a cuidarlo o cuando va a dormir, por ejemplo, a casa de los abuelos.

10. Después de los 6 meses de edad, si se despierta durante la noche hay que enseñarle a dormirse solito nuevamente ya que los bebés a esta edad duermen de 6 a 8 horas seguidas. Si no llora es mejor no ir a su cuarto. Si llora hay que explicarle que hay que dormir y tratar de no alzarlo. Este proceso requiere mucha paciencia

A dormir se aprende, por lo tanto, puede ser enseñado. Por eso es tan importante ser constantes en las rutinas, para que el bebé vaya adquiriendo hábitos que luego lo acompañarán a medida que crezca.

Dermatitis de pañal

Primera causa
Como primera causa de esta dermatitis encontramos el exceso de humedad y fricción de esta zona que lleva a la maceración de la piel. En esto intervienen el contacto prolongado con la orina y las heces, la temperatura elevada de la zona, los apósitos oclusivos, las enzimas fecales, detergentes potentes, antisépticos, bacterias y hongos. Cuando están presentes en la piel heces y orina simultáneamente, la enzima denominada ureasa fecal provoca la separación del amoníaco que compone la urea, aumentando el pH de la piel, con ello se activan la lipasa y proteasa fecales, irritando la piel.

La alimentación
Se estudió la influencia de la alimentación en la dermatitis del pañal, y se demostró que los bebés alimentados a pecho presentaban un pH fecal menor y, por consiguiente las enzimas como la lipasa y proteasa estaban disminuidas, siendo menor la incidencia de la dermatitis del pañal. Es interesante destacar que el bebé puede cambiar su carácter a causa de la irritación de la zona del pañal. Es importante la consulta inmediata al pediatra y eventualmente al dermatólogo infantil para diagnosticar las distintas causas de esta afección, ya que la distribución y tipo de lesiones en la piel son útiles para establecer un correcto diagnóstico y tratamiento.

¿Cómo prevenir la dermatitis del pañal?
El uso creciente de pañales de celulosa descartable ha contribuido mucho en reducir esta inflamación. El pañal empleado debe ser suficientemente grande y estar diseñado de manera de reducir el roce. El pañal debe cambiarse cuando está mojado o sucio. Para la higiene diaria se recomienda limpiar con aceite común u óleo calcáreo sin necesidad de colocar polvos. Se debe evitar el uso de goma ya que fomenta el calor y la maceración.

¿Cómo tratar a un niño con dermatitis del pañal?
Se recomienda no usar agua y jabón en el lavado cada vez que se lo cambia. Es importante luego de la higiene antes mencionada dejar secar al aire libre por unos minutos. Luego se aplica un preparado a base de pasta lazar, si el diagnóstico fuese de dermatitis de pañal irritativa y primaria. Si se agregara una sobreinfección con un hongo, se indica una crema con derivados imidazólicos tópicos. Siempre está contraindicado el uso de cremas con corticoides en la zona del pañal. Si el niño presenta un eccema atópico de base se agregarán antihistamínicos por boca. El tratamiento se hará entre ocho y diez días hasta que la piel se regenere.